Oscurece entre los bosques de álamos blancos,
posándose los primeros copos de nieve,
en el olvido, de tu amor.
Donde hubo risas ahora hay silencio de palabras,
de ternura de caricias que es tu voz.
Espero entre los muros de toxos florecidos,
el rescate de Peter Pan en mi corazón.
Más tu último beso causo desazón
en la coraza de roca que posee mi corazón.
Puede ser que algún día las nubes se aparten,
de la oscuridad que anida en tu mirada
más si algún día esas olas volvieran
arropándome en la calidez de tus brazos.
Mi alma saldría de su escondrijo como
los caracoles al sol.
Ahora dormito mientras entre el arcoiris,
formado por el recuerdo de tus halagos,
por las miradas escondidas de días despejados,
por tus palabras, caricias añoradas por mi piel.
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