Amanecía ya estaba despierta mirando mi página de artesana y contesto email, tranquila sin prisa, me duche, desayune y me fui con una amiga íntima a comprar piedras semipreciosas y fornitura, que gusto estar con ella, Carmen me hace sentir paz, tranquilidad y mucho amor.
Despues de unas compras un poco apuradas, últimamente no sé que pasa con el tiempo, parece que continuamente adelantan sus manecillas, haciéndome sentir humanamente sin él.
Llegue a casa, que sensación estar en el hogar, rodeado de los tuyos, una comida sencilla pero como siempre impresionante mi madre tiene unas manos de oro para la cocina.
Descansar unos minutos y a la peluquería, momento relax.
Ya es la hora nos reunimos,mis padres, mis tías y por supuesto mi marido e hijo, vamos a coger el metro, él no recuerda su experiencia del año pasado, y disfruta muchísimo con ella, de camino recogemos a mis tíos, y al llegar todo parece distinto, la ciudad, la gente, yo, todo ha cambiado, todo cambia con el paso del tiempo, es más sosegado, ya no produce inquietud, ahora mi vida es sosegada,y desde éste punto de vista, disfruto de Madrid, de mi gente, de la situación.
En La Casa del Libro, con muy buena recepción me explican que tengo que auto-presentarme.
Los nervios me invaden, no esperaba ésta situación, muy amables me ayudan a acomodarme y crear mi espacio en una sala llena de sillas, ante mis ojos ahora vacía, respiro, tranquilamente,ojeo mi libro, repaso mi mente, acoplo las ideas. La sala se va llenando de familiares, amigos, de sorpresas y de gente que paseando espera mi comienzo. (muchos no pudieron llegar, tráfico, pequeños inconvenientes de última hora, pero todos estuvieron en mi corazón durante la presentación.
Es la hora comienzo.
Al principio mi timidez, puesto que aunque no lo parezca lo soy y mucho, por ello siempre intento hablar para vencerla, aparece y se hace eco, en mi mente, pero despues te miro pequeño tesoro LA CAJA DE DRU, me invade, me transporta, y la presentación se realiza de forma fluida, tranquila, con preguntas por parte de mi público, que me hace sentir, realmente, como en casa, sus aplausos me colman.
Finalizo el acto, agradeciéndoles a todos los participantes a aquellos que venían de casa, a las incorporaciones durante la presentación, me siento embriagada, realmente una experiencia única.
MIL GRACIAS, a mi Editorial Camelot, sois increíbles, y a la Casa del Libro de Fuencarral, por mi acogida.
¡Mis bendiciones¡
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