Cielo gris de Asturias,
montes verdes,
brisa alegre.
Tus campos se pierden,
entre mi vista nublada.
Por tus suaves lloviznas,
mi alma pasea.
Marismas.
Suaves marismas de Asturias,
acarician mis pies,
haciéndoles levitar.
Mi cuerpo se inunda,
de tu aire fresco,
acariciando mis brazos,
haciéndome sentir en cada poro,
que soy, Asturiana
(Anleo-Navia, Agosto 2003)
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