Cuando entre sueños dormito,
bajo la mirada de tus besos,
creo morir de placer,
en el instante, que posas tu mirada,
frente a la mía.
Cuando elevas tu piel al ritmo,
de mi alma desgastada,
vibra cada poro de mi ser.
Cuando posas tus besos,
por el mar de mi cuerpo,
enloquece la noche,
de nuestros susurros ahogados.
Entonces, se hace el silencio,
sólo existe la felicidad plena,
cuando nuestros corazones
zozobran juntos en un mismo latir.
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