Si mis manos volvieran a nacer,
serían tu piel sedosa,
para acariciar tu espalda, cada amanecer.
Si mis ojos volvieran a nacer,
serían la ventana de tu alma,
para cada segundo, poder apreciar,
la miel de tu mirada.
Si mis pasos, volvieran a nacer,
serían la arena que tus pies descalzos,
acarician en la playa cuando se paran a mirar,
el infinito del mar.
Si mi alma, volviera a nacer,
sin duda querría que la tuya,
habitara mi morada.
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