Espero, llegar al mar,
donde el ruido de tus besos,
se confunde con sus olas.
Allá donde tus ojos lucen,
como el lucero al alba,
alumbra a los pescadores,
hasta el puerto.
Ahora,
descanso tras la tempestad,
sumergiéndome en los álamos,
donde la tormenta me acecha.
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