Desde que reposas sobre mis brazos,
las estrellas lucen más brillantes,
cada noche en el cielo.
El mar agita con más fuerza,
las rocas de mi alma.
Tu presencia,
esencia del amor confortable,
abriga mi ser, cada noche de frío,
tras las dunas del otoño.
Desde que posas tu mirada,
sobre mi mirada, la inocencia,
vuelve a marcar mi rostro,
aún sin arrugas.
Desde que tú, mi pequeño ser,
mi esencia, mi yo,
desde que estás a mi lado
el mundo es más grande,
mi esencia, mi yo,
desde que estás a mi lado
el mundo es más grande,
y las penas más pequeñas.
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